Cuando decimos que el América de Cali es el eterno subcampeón estamos haciendo referencia al torneo más importante de América, la Copa Libertadores. Es importante aclarar esto para evitar confusiones con la Liga de Colombia.
La situación curiosa a la que hago referencia es a que este equipo ha perdido cuatro veces la final de la Copa Libertadores. Pero lo peor y más triste para su afición es que tres finales las perdió en forma consecutiva. La primera final la perdió ante Argentinos Juniors en el año 1985.
Todos pensaban que en el año 1986 se les iba a dar lo que doce meses antes se le había negado. Pero River Plate se volvió a quedar con el grito de campeón de los colombianos, cuando los derrotó en aquella dramática definición.
Ahora si dijeron todos, la tercera es la vencida, esta vez nada nos puede impedir que seamos campeones del certamen. Los colombianos se habían reforzado de forma notable para la edición del año 1987, incluían en su plantilla al goleador argentino Ricardo “tigre” Gareca y al muy buen portero Julio César Falcioni.En la final se tuvieron que ver las caras con el mítico Peñarol de Uruguay, equipo que hasta el momento había ganado cuatro veces el trofeo en cuestión.
La primera final, disputada en Colombia, culminó con victoria para los locales por dos goles a cero. La revancha se disputó en el Estadio Centenario de Montevideo, al América le bastaba con un empate para ser campeón. Cuando parecía que se encaminaba al título, otra vez apareció una mano negra, más bien lo llamaría un pie negro, el de Jorge Villar para poner el segundo tanto para Peñarol que todavía lo dejaba con vida.
La gran final se disputó en el Estadio Nacional de Chile y nuevamente a los colombianos les alcanzaba con un empate para de una vez por todas ser los campeones. El encuentro finalizó con empate en los 90 minutos, por lo que se requirió de tiempo extra. Si el América mantenía el cero a cero durante el tiempo extra se convertía en campeón.
El partido se esfumaba, todo era alegría en Colombia, el equipo se iba a consagrar campeón tras haber caído en dos finales pero… Si otra vez aunque les parezca mentira en el minuto 120, cuando todos en Colombia festejaban, apareció Diego Aguirre para escribir una de las tantas páginas de gloria del Club Atlético Peñarol. Nadie podía creerlo, pero el América había perdido otra final de la Copa Libertadores, pero créanme que la última fue la más increíble de todas.
Llegó el año 1996 y una nueva oportunidad para el equipo caleño. En esta oportunidad se volvían a enfrentar a River Plate. Ya era la cuarta final que disputaban y adivinen lo que pasó. Obviamente el equipo colombiano volvió a ser derrotado. Realmente esto es increíble y ha pasado muy pocas veces o nunca creo. Algunos piensan que es una maldición, otros que simplemente el destino, pero lo cierto que el equipo colombiano no ha roto el maleficio en la Copa Libertadores, veremos si el “hechizo” continua o se puede romper en el futuro.
La situación curiosa a la que hago referencia es a que este equipo ha perdido cuatro veces la final de la Copa Libertadores. Pero lo peor y más triste para su afición es que tres finales las perdió en forma consecutiva. La primera final la perdió ante Argentinos Juniors en el año 1985.
Todos pensaban que en el año 1986 se les iba a dar lo que doce meses antes se le había negado. Pero River Plate se volvió a quedar con el grito de campeón de los colombianos, cuando los derrotó en aquella dramática definición.
Ahora si dijeron todos, la tercera es la vencida, esta vez nada nos puede impedir que seamos campeones del certamen. Los colombianos se habían reforzado de forma notable para la edición del año 1987, incluían en su plantilla al goleador argentino Ricardo “tigre” Gareca y al muy buen portero Julio César Falcioni.En la final se tuvieron que ver las caras con el mítico Peñarol de Uruguay, equipo que hasta el momento había ganado cuatro veces el trofeo en cuestión.
La primera final, disputada en Colombia, culminó con victoria para los locales por dos goles a cero. La revancha se disputó en el Estadio Centenario de Montevideo, al América le bastaba con un empate para ser campeón. Cuando parecía que se encaminaba al título, otra vez apareció una mano negra, más bien lo llamaría un pie negro, el de Jorge Villar para poner el segundo tanto para Peñarol que todavía lo dejaba con vida.
La gran final se disputó en el Estadio Nacional de Chile y nuevamente a los colombianos les alcanzaba con un empate para de una vez por todas ser los campeones. El encuentro finalizó con empate en los 90 minutos, por lo que se requirió de tiempo extra. Si el América mantenía el cero a cero durante el tiempo extra se convertía en campeón.
El partido se esfumaba, todo era alegría en Colombia, el equipo se iba a consagrar campeón tras haber caído en dos finales pero… Si otra vez aunque les parezca mentira en el minuto 120, cuando todos en Colombia festejaban, apareció Diego Aguirre para escribir una de las tantas páginas de gloria del Club Atlético Peñarol. Nadie podía creerlo, pero el América había perdido otra final de la Copa Libertadores, pero créanme que la última fue la más increíble de todas.
Llegó el año 1996 y una nueva oportunidad para el equipo caleño. En esta oportunidad se volvían a enfrentar a River Plate. Ya era la cuarta final que disputaban y adivinen lo que pasó. Obviamente el equipo colombiano volvió a ser derrotado. Realmente esto es increíble y ha pasado muy pocas veces o nunca creo. Algunos piensan que es una maldición, otros que simplemente el destino, pero lo cierto que el equipo colombiano no ha roto el maleficio en la Copa Libertadores, veremos si el “hechizo” continua o se puede romper en el futuro.
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